domingo, 23 de mayo de 2010

Cuatro generaciones al barrio chino

Sábado de sol.
Mi madre pasa a buscarnos a mí hija y a mí para almorzar en el barrio chino.
Pasamos también a buscar a mi abuela.
Las cuatro generaciones en el auto, al barrio chino.

Me siento tranquila, es un lindo día, me siento cómoda, hacía tiempo que no me sentía tan tranquila y cómoda…

Los sentidos de las calles están todos cambiados, cuando creemos haber llegado a esa calle que desemboca en la avenida, zás, de pronto es contramano y volvemos a recular y a dar vueltas.

Qué placer sentirme tan tranquila, las sensaciones son tibias y eso me da la posibilidad de ocuparme de mí y de todo lo demás desde un lugar de amor mucho más saludable y efectivo. Sin exigencias o compromisos, quizás pudiendo verdaderamente utilizar mi cabeza para algo más que estructuras, control y organización. O quizás simplemente para no usarla en absoluto.

Mi abuela desde el asiento de atrás, va maravillada circulando por calles que vivió toda su vida al derecho, y ahora a sus ochenta y pico vive al revés.
Felicita a Macri.
Mi madre lo putea.
Mi hija protesta porque tiene hambre, porque está cansada, porque se le cae el pelo en los ojos, porque no va adelante conmigo, porque… Es tarde y se está haciendo cada vez más tarde, porque las calles están todas al revés.

Yo voy imaginándome mi vida, fantaseando con mis posibilidades, con la relación con mi familia, convenciéndome de mi creatividad. Sintiendo la necesidad de hacer, dar y generar.

Todas tenemos gatos, antes de llegar al barrio chino tenemos que pasar por la veterinaria a comprarles comida.

Me gusta el barrio chino, hoy me gustan todos los barrios, pero el barrio chino me gusta especialmente. Cada vez que voy veo lo mismo y todas las veces me sorprende lo mismo, me funciona y es un lindo sábado de sol.

Después de felicitaciones, puteadas, protestas y bocinazos, llegamos a la veterinaria.
Las tres generaciones me esperan en el auto.
Entro a la veterinaria.
Hay perros, gatos, gente, gente y gente.

Espero y mientras, pienso en voluntariados en M.A.P.A. En volver a limpiar jaulas de gatos con rinotraqueitis, sarna o tiña, afeitar patas para pasar vías.

Van llamando a los animales al consultorio.

Espero y mientras, me meto en la conversación de una chica que rescató a una perrita la semana pasada y la trajo para vacunar.

Se vende un shampoo anti pulgas.

Espero y comento, que una vez encontré una perrita parecida, golpeada y asustada debajo del tobogán de una plaza y la llevé a mi casa, la curé y terminó en lo de mi tío.

Finalmente me dan las bolsas, pago mucho y salgo con comida para gatos por un total de 10 kilos aproximadamente, separados en dos bolsas.
Dejo una de las bolsas apoyada en la vereda para poder abrir la puerta del auto, pongo la bolsa que todavía tengo en la mano en el piso del asiento del acompañante, levanto la que dejé en la vereda y la apoyo al lado de la anterior.
Ya con las bolsas dentro, me siento, cierro la puerta del auto y el señor con las manos en el volante me mira.
Bueno, no es mi mamá, me subí a otro auto.
Grito, pido disculpas, me río, el señor no dice nada, se agarra fuerte al volante, creo que está asustado.
Mientras le pregunto si vio otro auto que me pudiera estar esperando, voy agarrando las bolsas.
Dice que no sabe, pero todo sin despegar las manos del volante y ligeramente ladeado contra la puerta.
Le pido disculpas mientras me río y voy saliendo del auto, lo saludo a través del parabrisas con un movimiento de cabeza, porque las manos las tengo ocupadas, sigue agarrado al volante pero casi podría decir que sonríe.

No encuentro el auto de mi mamá, pero mientras lo busco pienso en lo liviano que se siente todo.
Tengo todas las posibilidades.

jueves, 13 de mayo de 2010

Papá...

Ella tiene una pesadilla recurrente, que la atormenta desde hace más de 60 años.
Una tropilla de caballos la persigue, la acosa, la está por alcanzar, ella corre, corre, pero son muy veloces, ella mira hacia atrás y tropieza, los caballos se acercan cada vez mas rápido, son cada vez más grandes, están cada vez más cerca, ella está tendida boca arriba sobre la maleza, los caballos están por alcanzarla y se despierta!


Ella se seca el sudor con un pañuelito bordado en forma de triángulo que siempre deja sobre la mesita de luz, ya son las 5:30.
Se levanta y deshace la cama, separa las sábanas del colchón y las deja listas para llevarlas a lavar.
Después de asearse lleva las sábanas al lavadero.
A mano y con jabón blanco, las pasa varias veces por la tabla, las friega, las enjuaga, las vuelve a fregar, a enjuagar y las retuerce con fuerza, las sacude y las tiende al sol, como cada mañana.

Arrastrando los pies sobre los patines de gamuza se desliza por toda la casa, organizando, limpiando, acomodando sin emitir un sonido, sin provocar un ruido.

Llega a misa de siete puntual, no pide nada, sólo sufre, por lo que corresponde, por ella, por los demás y por las dudas.
Ella nunca gritó, nunca corrió, nunca desperdició, nunca se excedió, ni coqueteó, ni derrochó, o aprovechó, no conoce lujos, ni placeres.

Ella camina con sus mocasines con suela de goma, de vuelta a casa.
Ella cree en la penitencia, el ostracismo, la obediencia, la conducta y el sacrificio.

Ella amamantó a su hijo sólo cada cuatro horas durante diez minutos cada vez, tal como el Doctor le recomendó, y lo oyó gritar de hambre durante meses.
No le festejó nunca un cumpleaños, nunca le permitió jugar al futbol, ni que se ensuciara las rodillas o sudara.
Los juguetes desordenan, los festejos arruinan la casa, las amistades son ruidosas.

Ella crió un hijo, y yo tuve la suerte de que ese hijo no me criara.
Por eso no necesito mentir para sobrevivir.

viernes, 7 de mayo de 2010

Guardavidas

Estaba llevando a Simón, el perro de mi vecino a la plaza, porque me gusta hacer esas cosas, tengo esa vocación de servicio… En un poste de luz veo pegado un afiche de esos que abajo de todo tienen flequitos recortados para que uno arranque y se lleve la info.
El afiche tenía un dibujo de una cabeza y un brazo saliendo como de una especie de línea horizontal a modo de mar. Abajo de la imagen se leía: “I'm not Waving, I'm Drowning” (No estoy saludando, me estoy ahogando).

El perro es super obediente y espera sentado en cada esquina a que le dé la orden para cruzar.
Le doy la orden y cruza corriendo.

Debe ser una confusión muy común, pienso.

Yo, la mayoría de las veces en las que me estoy ahogando, también saludo.

¿Por qué en los momentos en los que no hago pie y se me acalambraron brazos y piernas, yo saludo?.
Eso confunde.

Simón sube a la vereda, me adelanta, después se atrasa, me mira, espera a que lo alcance y sigue, no necesita correa porque es muy obediente y está bien entrenado, da la pata, se echa, todas esas cosas.


Durante un mes entero mientras me ahogaba, llamé su atención saludándolo desde el medio del mar, a veces lo saludaba con las dos manos, otras con una sola, alguna vez le mostré un pie, le hice la plancha, el sapito… Nunca le dije que me estaba ahogando.
Pero no puede no haberse dado cuenta, nadie saluda tantas veces desde el medio del mar. Bueno, es que él no es muy sensible, es más bien tosco. Rudimentario digamos. Básico.

Llegamos a la plaza, Simón es un encanto de perro, juega con sus amigos, se huelen, hace sus cosas, limpio, sigue corriendo,
sigo pensando…
¿Por qué lo saludé tantas veces?

Lo saludaba como mostrándole que todo estaba bien, que yo, que hice el curso de guardavidas, podría arreglármelas sola sin ningún problema en medio del océano.

Quizás, si él hubiera sabido claramente que se me estaban acalambrando las piernas y los brazos, me hubiera venido a rescatar...

¡O quizás no, y ése es el riesgo que no quise correr!, y por ahí ésa es la razón por la cuál nunca fui clara y le dije que me estaba ahogando.
Si, debe ser eso.
Podría ahogarme mucho más tranquila pensando que él ignoraba que yo me ahogaba, pero no soportaría ahogarme sabiendo que decidió no rescatarme.


Llamo a Simón que viene, volvemos. Espera en la esquina a que yo llegue, me mira y espera, cuando llego, sigue caminando.


El me llamó hace poco, después de tres meses…
Ya dije que aparte de ser guardavidas, tengo esa vocación de servicio.

Llego al poste con el afiche y leo más detenidamente, “No estoy saludando, me estoy ahogando”, grupos de ayuda para mujeres.(En inglés), ¿PARA MUJERES?, entonces…
¿Sólo las mujeres se ahogan?. ¿O sólo las mujeres tienen problemas para expresar su pedido de auxilio?.

Dejo a Simón en su casa, la de mi vecino. Le pongo su collar anti ladridos, una cajita espantosa que cada vez que ladra le da corriente, odio hacerlo. Pero sus vecinos se quejan cuando ladra.
Vuelvo caminando sola.

Si, definitivamente, las mujeres disimulamos y los hombres piden auxilio.

Porque él me llamó y me dijo que le dolía la panza, porque miraba mis fotos y me veía demasiado linda, porque cree que veo a alguien más, porque sabe que no me tiene nunca más, él me llamó y quiso verme, y yo, que soy guardavidas, salgo al rescate corriendo, (mucho menos excitante que las de baywatch, claro), pero igual de eficiente.
Y con mi vocación de servicio, le digo que todo va a estar bien, y le doy todas las razones posibles para que vea lo lindo, lo bueno, lo interesante y maravilloso que es, puede que le mienta un poco también, pero le doy consuelo y lo hago reír.

Porque yo sé lo que es estar ahogándose.
Aunque yo no sepa pedir auxilio.
Porque yo rescato.
Porque yo soy guardavidas.

jueves, 6 de mayo de 2010

FANTASÍA

Nueve menos cuarto de la mañana, salgo con mi hija camino al cole, piso una baldosa floja y mancho con agua sucia desde la botamanga hasta la rodilla del pantalón de trescientos ochenta pesos que todavía no empecé a pagar, sonrío.
Sonrío porque tengo ¡el mejor producto del universo!.

"FANTASÍA" -Ahora con el nuevo sistema de mails diarios que minimiza cualquier catástrofe.

"FANTASÍA" -Siempre listo para borrar todo malestar.

"FANTASÍA" –Y deshágase de sus preocupaciones.

"FANTASÍA" -Pida "FANTASÍA" en su nuevo envase de lujo!.

Tengo platos de anoche sin lavar pero mientras pienso en qué escribirle...
"FANTASÍA" ¡los deja relucientes!.

Tengo ropa para planchar. Sumerjo el saquito de mi té de vainilla en la taza con agua caliente, mientras...
"FANTASÍA" ¡deja la ropa sin una arruga!.

No es alto, pero parece, no es alto pero tiene pelo y escribe, escribe lindo pero no se lo digo porque le digo otras cosas lindas.
Me alcanza, porque me levanto liviana, porque canto mis “hits” en mi micrófono EDDING indeleble y grabo mi programa de cocina frente a los azulejos, con consejos útiles y tips prácticos.
Me alcanza porque mi hija se ríe mientras se me posan gorriones en el delantal, justo en el momento en el que empezaba a alimentar a un ciervo con una mano y a acariciar a un conejito con la otra, y de pronto la cámara se aleja y muestra un paisaje soñado y yo giro con los brazos extendidos... (¿No la vieron?)

No me importa nada porque me alcanza.
No espero, no miro el reloj, no se cuándo es Viernes, no gano ni pierdo.
Leo y escribo.
No hago planes ni treguas, no corro, no gasto, no lloro.
Me leen y me escriben.
Y yo caigo redonda y sueño lindos sueños y amanezco antes pero descansada... Y todo gracias a...

"FANTASÍA"-Con su revolucionaria fórmula epistolar.

"FANTASÍA", (ante cualquier duda consulte a su terapeuta)

martes, 4 de mayo de 2010

Nombres

Son varias las cosas que las mujeres perdemos en las relaciones de pareja, una importante es nuestro nombre.
Considero que hay cuatro nombres básicos posibles a los que una responde cuando está en pareja.

BOMBON: Bombón aparece por primera vez, en conversaciones de vestuario… “Estoy saliendo con un Bombón”, Bombón es la excusa para volver antes de aquella reunión de amigotes… “Yo acá con estos pelotudos y me está esperando el Bombón”.
Bien, éste nombre es poderoso y enaltecedor, por lo tanto es el que menos dura, en el momento en el que una se acostumbra a ser Bombón, deja de serlo.

MAMI: Mami es ex Bombón, que ahora lava algo de ropa, se emociona al tender alguna de sus bombachas junto al calzón que él se olvidó o bien cocina y lo espera para comer juntos, Mami puede comprar espuma de afeitar y desodorante masculino y puede ofrecerle quedarse alguna vez a dormir en lugar de despertarlo a la madrugada para que vuelva a su casa, Mami es Mami, un tiempo considerablemente más largo del que fue Bombón, Mami también tiene su encanto, puede llegar a convivir con él, puede irse de vacaciones y puede tener planes en conjunto con él. Pero en cuánto hay que concretar planes, Mami cambia de nombre

FLACA: Flaca es ex Mami, olvidado Bombón, que comienza a pedir ayuda de alguna manera, molesta para él.
Puede ser desde sacar la basura hasta ir al cine, hay muchos detonantes del cambio de Mami a Flaca, y la línea divisoria en éste caso es muy delgada.
He podido comprobar que incluso en los períodos de transición, se puede ser Mami y Flaca conjuntamente, como nombre compuesto, dependiendo de la ocasión. En el momento en el que una ya es definitivamente Flaca, las cosas se definen más claras.
Flaca reclama, está desconforme, duda y se plantea la posibilidad de volver a recuperar el nombre que el dieron sus padres. Pero a la vez no puede dejar de recordar que fue Bombón y le cuesta reconocer ya no ser Mami.

LOCA: Loca es casi un apodo más que un nombre completo, Loca puede ser Loca, sólo lo que dure una conversación, un solo segundo.
En ese segundo, Flaca se da cuenta de que ya no es Mami y nunca va a volver a ser Bombón, al menos en ESA relación.
Loca ya añora su nombre de pila, se plantea concretamente sacarse de encima cualquier otro apodo y recuperar su identidad.
Loca esta loca de cansancio, es el cansancio básico de todas las cosas que la rodean representado en ella, y necesita descansar, casi tanto como su lavarropas.
Loca propone quedarse con su nombre de pila y que él se lave su ropa. El nombre de Loca puede venir directamente derivado de: “Bueno, pero los bolsos me los hacés vos, Loca”, o tan conciso como “Listo Loca”, es un apodo absolutamente espontáneo, por lo tanto totalmente momentáneo.

Finalmente Loca vuelve a recuperar su nombre de pila, vuelve a comer bombones, sigue siendo la mami de sus hijos, puede que un poco más flaca de lo que estaba, pero bastante más cuerda.

domingo, 2 de mayo de 2010

Los vi!

De pronto los hombres vuelven a existir, o ¿es que siempre estuvieron y yo nunca los había visto?.
Las calles están llenas de hombres, las plazas, los almacenes, los ascensores, mi computadora…

De pronto puedo elegir, fantasear…
En el supuesto caso en el que la radio anuncie… “A coger que se acaba el mundo”, yo podría elegir… me pongo a pensar…
yo podría salir a la calle y elegir, este no, tiene manos muy chiquitas, aquel puede ser, lindos dientes…
¿Dónde estaban todos estos hombres escondidos?, ¿dónde me escondí yo para no verlos?.

Caminan tranquilos o titilan en mi monitor, revolotean mi manzana, me esperan, me apuran, coinciden, me aburren o insisten, pero ahí están.
Los hombres, ésos que no sabía que existían, están por todas partes, ¿los vieron?
Y yo puedo elegir a alguno de esos hombres, y alguno puede elegirme a mí, y podemos coincidir, o no, pero siempre lo puedo escribir.

Hombres, peores, mejores, limpios, amarretes, cariñosos, artistas, desprolijos, vanidosos, lindos, encantadores, perfectos, están ahí, no me apuran, no me descuidan, no saben que existo, pero están ahí.
Y ahora ya los vi!.

jueves, 29 de abril de 2010

Mi abuela cumple 90

Finalmente después de dar demasiadas vueltas para encontrar lugar dónde estacionar, bajamos del auto, nos alisamos la ropa con las manos y rumbeamos cuesta arriba hasta la parroquia de "Nuestra señora del Santísimo Sacramento" o bien podría ser "Del Perpetuo Socorro". Pidiendo socorro subimos las escaleras, entramos, adoptamos la compostura esa que uno debe adoptar cuando entra a la casa de Dios y calladitos enfilamos para el fondo, dónde mi abuela, la presidenta de la liga de Madres, ofrecía una misa en agradecimiento por su nonagésimo cumpleaños… Claro que propusimos fiesta, té canasta, almuerzo y todas las demás posibilidades, pero no, ella quería una misa, un Miércoles a las 11:30 de la mañana…
Ella está en primera fila, nosotros llegamos tarde, claro. Nos ubicamos atrás de todo, parados, mi hija, mi hermana y su marido, mi madre y yo. Mi hija encuentra en seguida una araña para entretenerse y nosotros algún personaje.

Debe hacer 15 años que no pisamos una iglesia.
Después intercambiamos con mi hermana verbalmente vestuario para este invierno, quedamos en que yo le paso unos vestidos a cambio de unas polleras suyas, felices las dos.
Llega el momento de la ostia pero no para nosotras, ya me había olvidado, o nunca lo supe, pero le pregunto a mi mamá qué es lo que hace la gente después de comerse la ostia… porque miro alrededor y veo a un hombre joven, o debería decir “un chico”, ya que debe tener mi edad, sin ninguna seña en particular, genuflexo y encorvado, agarrándose la cabeza con las dos manos, los codos casi tocando las rodillas… ¿Es necesario?, del otro lado, un señor más grande, de unos 60 años, inclinado, con una rodilla en el piso y la otra pierna flexionada, apoyando el codo sobre la pierna flexionada y la frente en la palma de la mano…
Mi mamá me dice que no sabe qué es lo que la gente realmente hace después de comer la ostia, pero que aquél que está inclinado agarrándose la cabeza con las dos manos es eyaculador precoz y el señor en pose de escudero, esta pidiendo fuerzas para cogerse a la mujer… le pregunto si es porque no se le para y me contesta que no, que se le para, de hecho se está cogiendo a la secretaria, pero para disimular, ahora tiene que cogerse a la mujer y no puede… eso es lo que pide… suena lógico.
Termina la misa, nos encontramos con mi abuela y sus amigas, las chicas de inglés, las chicas de la liga de madres y las chicas de toda la vida, que claro, son cada vez menos… Un grupo de viejitas encantadoras, todas chiquititas chiquititas, nos cuentan de la última vez que nos vieron a mi hermana y a mí, fue cuándo teníamos 5 o 15 o 20 años, nos elogian frente a mi abuela diciendo que tiene unas nietas preciosas, mi abuela inmediatamente se excusa, casi pidiendo disculpas, porque de chicas éramos rubias, y ya no, ahora somos morochas y no entiende por qué éramos tan rubias de chiquitas y no pudimos conservar el tono.
No sabemos si deberíamos pedir disculpas nosotras también, pero sabemos que no se debe putear, no sólo porque estamos en la casa de Dios, sino porque es nuestra abuela y cumple 90 años.

lunes, 26 de abril de 2010

Inmobiliaria Nat-out

Si tan sólo las mujeres pudiéramos quedarnos con la primera sensación… ¿Se acuerdan de la primera impresión? de: “Ahhhhh!!!!. ¿Era ESTO?. ¡De haber sabido que era ESTO, habría seguido llegando a AQUELLO sin necesidad de ESTO!…” o… “¿Tanto lío para ESTO?”

Pero no, nosotras no nos quedamos nunca con la primera impresión de nada, nada es lo que es y ahí se queda… no, todo lo podemos cambiar, todo lo podemos arreglar, enduír, lijar y pintar para que quede como si fuera “a estrenar”…pfffff!!!
¿Cuál será la hormona que nos hace creernos las hadas madrinas de la reconstrucción?.

Si algo no cierra a primera vista, ¿por qué creemos que con nuestro esfuerzo y buena voluntad, finalmente termine siendo lo que no es?.
¿No sería más práctico, ya que siempre nos jactamos de nuestra practicidad, esperar a encontrar lo que buscamos?, en lugar de estar modificando lo que aparece sin las condiciones que necesitamos…
No por nada, cuando se pone a la venta un departamento difícil de vender se dice que “hay que encontrarle el novio”.

Y no es porque no nos demos cuenta, díganme la verdad, ¿no se dan cuenta cuándo no les cierra?, ahora la pregunta sería… ¿por qué si no nos cierra, no lo dejamos pasar y seguimos buscando?, No es como un departamento, ¡con posibilidades!. No podemos abrir un ventanal en la cocina para tener más luz, ni sacar el bidet y colocar un bidematic para que el baño quede más espacioso… NO FUNCIONA ASÍ!, lo que vemos es lo que conservaremos y muy probablemente ni siquiera nos den las gracias por las mejoras que hayamos hecho.
Entonces ¿por qué pensamos en los tipos como si fueran un bien inmueble?.

El día que conocí al pelado por ejemplo, en el minuto en que me subí al auto hubiera vuelto a abrir la puerta, para irme. Pero no, cerré los ojos, dejé que mi imaginación decore y para cuando llegamos a dónde habíamos quedado en ir, yo había dejado el monoambiente en el abasto con bombitas colgando del techo, convertido en un piso en recoleta con vistas a la plaza, puesto por la Bauhaus.
Y sí, no sólo eso sino que siempre estuve convencida de que ese era un “don”. ¡Eros me dotó con un arma más que al resto de la humanidad!, tengo un poder especial que me hace ver más allá de las apariencias, más allá de lo banal, más allá de lo básico. ¡Eros me dio un don!, sí, para ensartarme con mi propia fantasía, Gracias Eros, pero si no te ofende, te devuelvo el don, metételo en el ojete!.

sábado, 24 de abril de 2010

Gracias Blog!

Mis amigos del sur están preocupados porque creen que con esto del Blog, no voy a conseguir candidato nunca más… para ellos, esta otra posibilidad.

Cada vez que llegaba a casa tenía alguna frase en la ventanita del MSN, siempre algo agradable como: “Qué ganas que te tengo” o, “Cuándo pienso en vos se me pone dura” y hasta “No sabés toda la leche que tengo para darte”. Siento que él lo hacía pensando que a mí me re ponía, por supuesto, nada más lejos!.

El calentón ex compañero de colegio había recibido mi atención en algún momento allá lejos y hace tiempo y evidentemente se había quedado prendado de alguna de mis dotes amatorias adolescentes, porque estamos hablando de hace más de 20 años y yo esperé a entregarle mi flor a mi primer novio, un tiempo después, así que decididamente era pura paja la suya.

Pero, volviendo al calentón… No sé por qué cosas raras de la vida, este muchacho creyó que a mí me encendían este tipo de declaraciones, desde ya, todo lo contrario, no sé ustedes, pero yo necesito que conquistar a alguien represente algún tipo de reto y no que se me tiren encima cuál perros alzados!.

Por suerte se cansó y dejó de escribirme por un buen tiempo, pero con esta novedad del Blog, parece que volví a su recuerdo de adolescente excitado y en éstos días encontré la pestañita anaranjada titilando en la pantalla de mi compu.

Me saludó y me hizo saber que había leído mis escritos y que le habían gustado mucho, incluso recordó que a mis 9 años, cuando compartíamos grado, yo había ganado un concurso de cuentos o algo así, la verdad, yo no lo recordaba. Bueno, entre una cosa y otra, me sugirió salir a tomar algo, un té, un helado, un vino… Le dije que me encantaría, que de hecho, me gustaba mucho más leer eso de él que puras leches y pijas duras, le causó gracia, o vergüenza, se excusó diciendo que a muchas chicas les gusta y que le extrañaba que a mí no, pero que si no conocí tipos calentones es porque deben haber estado fingiendo conmigo todo el tiempo!. Ahá…! Bueno…, puede ser… Pero, en todo caso, me gusta más así.

Le dije que encantada saldría con él, y que así seguramente, dependiendo de cómo se portara, y ya que le gustaba tanto, tendría más material para seguir escribiendo en mi Blog. De pronto parece que sonó su teléfono!!! Pasaron unos segundos y se desconectó…

Puede que sí o puede que no vuelva a conseguir un tipo en mi vida a raíz de este Blog, lo seguro es que me voy a librar de los pajeros, los jodidos, los cagones y los boludos!. Y ya eso es bastante.

viernes, 23 de abril de 2010

Teoría de la estatura

Qué difícil entrenamiento el de aguzar la puntería… resulta que ahora de pronto, tengo que elegir mejor… tengo que pasar de elegir mi peor pesadilla a elegir algo copado… Bueh, veamos… Pienso, pienso… Puede que todo radique en una cuestión de estatura?.

Si, desde hace 20 años que no hago más que salir con bajitos, petizos, enanos, adjetivalmente puede sonar más o menos cariñoso, pero específicamente es eso,… tipos de baja estatura o de menor estatura que yo. Y no crean que estoy jugando con las palabras, metaforizando, intentando demostrar ser más que ellos, sino que concreta y definitivamente soy más alta!, ellos no llegan al metro setenta.

Y de ésta experiencia con petizos surge mi teoría.

Teoría de la estatura:

A todos estos tipos siempre les faltó algo… No sería justamente ese algo lo que podría haberse albergado en los 5 u 8cm, digamos para no sonar pretenciosa, que les faltaban?. No será la de superar mi estatura la condición básica y práctica para poder brindarme lo que deseo?.

Por otro lado… debe estar buenísimo cumplir con el primer plano cinematográfico tan visto de los pies, en el beso apasionado, cuándo ella sube a sus metatarsos y todo queda clarísimo… no se necesita nada más que esa imagen para representar lo bien que la van a pasar… Bueno ahora visualicen esta imagen… Primer plano de nuestros pies, los del petiso y los míos, los de él bien y los míos separados unos 30cm entre sí y las piernas ligeramente flexionadas... no me digan que ésta última imagen da “La van a pasar bomba” igual que la primera…

Desarrollando la teoría de la estatura:

Esta teoría se aplicaría así: Uno clasifica las cualidades deseadas y les otorga valores en centímetros. Por ejemplo…

Veamos, busco a alguien capaz de dar tanto como recibir?, ok, eso es importante, entonces… ocuparía unos 3cm digamos. Agreguemos la cualidad de poseer un par de zapatos como la gente y un pantalón para poder acompañarme a alguna fiesta… 2cm?. Si me pongo en exigente podría sumarle a esto, la capacidad de cuidarme, en el caso en que lo olvide de nuevo… 1,5cm? Y pongámosle, ya que estamos, un mínimo de delicadeza o consideración… 0,5cm les parece bien?

Bueno, déjenme ver cuánto da la cuenta… 7cm.

Debo buscar a alguien de 1,77m.

¿Será mucho pedir?. ¿Será posible mi teoría?, ¿podrán éstas cualidades radicar en una diferencia de 7 cm?.

No lo sé, la teoría no ha sido aplicada aún, pero yo por las dudas… A por altos!!!

Y no sólo eso, si me pongo en exquisita, sigo el consejo de mi hermana: Vos buscá un “potro”, basta de feos!, Que sea tan pero tan potro, que la fea de la pareja seas vos!, así, cuándo las minas se pregunten, qué hace semejante potro con esta fea?, vos puedas darte vuelta y decirles, si flaca, seeee, me eligió a mí y vos te queresma!.

jueves, 22 de abril de 2010

Yo también!!!

Le pregunto a una amiga si conoce a alguien con quién ella crea que me puede interesar ir al cine o salir a comer. Piensa un rato y me dice que sí, nos pone en contacto y chateamos un poco, intercambiamos fotos, nos oímos las voces y arreglamos para salir un Domingo por la tarde, informalmente, relajados…

Bajo con mi casco colgado del brazo, lista para montarme en su moto, saludo, sonreímos y convenimos en que sería mucho más relajado e informal, si subo, preparo el termo con agua, el mate, paramos por ahí a comprar unas facturas y charlamos mientras merendamos frente al río. Perfecto!.

Parece no ser dueño de una plancha, pero eso no me molesta para nada, tiene arrugas en la remera, pero ni una sola alrededor de los ojos, y eso que ya pasó los cuarenta... pero no parece... ni rastros de panza cuarentona... debe haber tenido una vida tranquila, viajando, viviendo un poco acá, otro poco allá, linda voz, buen vocabulario, me relajo y podemos hablar de todo un poco, sus viajes, sus planes de casa nueva en Tigre, mi hija de cinco años, mis clases, la muerte reciente de su padre, mis ex, sus ex. Terminamos de tomar mate y subo a su moto de nuevo, mientras vamos andando por alguna avenida esquivando coches me confiesa que es un placer llevarme porque sé dejarme llevar en moto… Sé acompañar, es fácil llevarme porque puede maniobrar y mi cuerpo lo acompaña… por un momento dudo de que sea un levante conocido por motoqueros, pero de todas formas me halaga así que agradezco. Vamos bien.

Paramos en algunas librerías porque yo estaba buscando un libro en especial que no encontraba… Me sugiere muy relajadamente ir con la moto hasta la otra punta de la ciudad a buscar otras librerías, ya que adora ir en moto para todos lados y es un placer llevarme… me subo de nuevo y acompaño hacia un lado y hacia el otro con el cuerpo, por entre los autos, tomándome de su cintura ni demasiado fuerte ni demasiado suave.

Recorremos las librerías que encontramos abiertas sin encontrar el libro que buscaba, después de dar un par de vueltas me siento cansada y le propongo seguirla otro día. Me alcanza hasta casa, nos despedimos y me pregunta si realmente la vamos a seguir otro día o eso fue todo, reafirmo mi voluntad de seguirla otro día y nos despedimos.

Chateando, al día siguiente, me pregunta en qué momento nos vamos a volver a ver, entonces le comento que los días en los que no estoy con mi hija, por ejemplo, el próximo Viernes, cine o algo así… me propone salir con mi hija, llevarla a remar a Tigre, dónde él rema, me parece rara su propuesta y le explico por qué creo que no es una buena idea.

Me insiste en vernos antes, durante la semana y le digo que no puedo, justamente, porque estoy con mi hija…

“A ver flaca… Yo quiero novia, si flaca, no necesito una amiga bonita que me cuente sus problemas y escarbe los míos, busco novia flaca, me ilusioné con vos como hace mil años no me pasaba, amigas de esas tengo varias y ya no me las banco, una pena, porque charlar con vos me re va, pero yo quiero meterme en tu cama, hacer cucharita… yo busco novia”.

Yo también!!! Yo, de ahora en más también busco novia!!! Decidida y definitivamente novia, ni motoqueros, ni pelados, ni extranjeros, ni pescados.

miércoles, 21 de abril de 2010

Sushiman por Internet

Parece que últimamente todo nace en Internet, uno empieza a comunicarse con gente que dejó de ver hace mucho, con conocidos de conocidos que alguna vez cruzó en algún lugar, con desconocidos absolutos y hasta con gente que va a ver ese mismo día dos horas después.
Pero nadie se priva de la magia de Internet, yo tampoco!

Una de las personas que me contactó, fue el Sushiman. El encanto de chatear con el Sushiman es la revelación de lo desconocido, de la sorpresa misma, porque de todas las reglas existentes en la ortografía de éste y de todos los demás idiomas conocidos, el Sushiman tiene el don de pifiarle a todas!, y lo lleva de mil maravillas! “Ola ermosa!, beamonos, que me desis???”, frases básicas, leídas y sabidas de memoria, que escritas por él cobran otro sentido, pasan a ser absolutamente mágicas, nuevas e intrigantes, ya que una se pregunta constantemente si quiso decir esto o lo otro… En fin, una dulzura.
Los que me conocen saben que me es dificilísimo resistir tamaña candidez y por eso lo invité a casa a ver mi serie favorita.
Cuándo bajé a abrir la puerta estaba de perfil, y gracias a eso pude apreciar su distinguido corte de pelo, bien cortito en toda la cabeza a excepción del final, casi llegando a la nuca, dónde se había dejado una fenomenal coleta revelando su pelo claro y ondulado. Llevaba puesta una de las tantas camisetas de river plate o habrá sido de algún otro cuadro con esos mismos colores?… bueno, una de esas camisetas de futbol de un brillo inconfundible y el más fino poliéster, unas bermudas de jean y unas zapatillas que si mal no recuerdo tranquilamente podría haber terminado de atar a su correspondiente tobillo.
Abrí la puerta dejando entrar una fuerte brisa marina, ahí descubrí que era más que evidente su profesión, o eso o era un salmoncito en camiseta de river plate, un sashimi con zapatillas o un niguiri con coleta!!!.
Vi mi serie favorita y hablamos hasta las mil de la mañana recordando lugares de nuestra adolescencia, situaciones y amigos. Compartimos experiencias de ex cónyuges, hijos y familia… No sé si volveremos a encontrarnos, pero sigo leyéndolo por Internet, en su propio y único dialecto, dándome cada tanto sus “Vuenos diaz”, mandándome un “Veso” o simplemente preguntándome “que honda?”. Y no pienso dejar de leerlo, porque, ¿quién puede decir que conoce a un bombón de pescado que escribe en idioma de hadas?. Eh?.
Y quién puede comparar su fuerte olor a pescado con el dulzor mas grande, sino él?, ese dulzor que te acalambra las mandíbulas, o con el frío extremo de un trago que te llega hasta las sienes y te congela el cerebro por un segundo, o con la acción de girar y girar hasta parar y ver cómo uno está inmóvil y todo lo demás se desdibuja, se agranda y se achica y se mueve para todos lados.

martes, 20 de abril de 2010

Cuánto sabés de relojes!!!.

Pelotuda, con ojitos soñadores, cabeza de lado, sonrisa pintada… Todo huele bien, todo sabe bien, el mundo es un lugar maravilloso y las fuerzas del destino están de mi lado!!!

Así salí de su casa esa mañana, así caminé por calles con baldozas rotas, cagadas y meadas, como si estuvieran especialmente alfombradas para mí, de la misma manera todo era perfecto, el clima, mi edad, su baja estatura, mis grandes pies y hasta las bombitas que colgaban de los cables del techo de su monoambiente alquilado en el abasto. Todo era tan maravilloso, todo ES tan maravilloso en esos momentos!.

Pero no deberíamos aprender a disfrutarlo de una manera un poco menos fantasiosa?, aprender a que ese estado es lo que es, un estado de ilusión, ni mas ni menos?.

Las bombitas colgando del techo no son agradables en ningún lado y tampoco en un monoambiente del abasto.

No deberíamos poder mantener esa concepción y ser capaces de amar de forma más real?. Tampoco, su aliento de fumador o su olor a bolas son perfumes exóticos que sólo yo por ser especial puedo apreciar, no, son olores feos!, dejémonos de joder…

Podremos alguna vez aprender a amar como aman los hombres?, sin transportarnos al país de las mil maravillas?, viviendo en este mismo mundo jodido, aburrido y viejo, en dónde algunos días sale el sol y otros llueve? A veces enamoradas y a veces no, pero en el mismo mundo!?.

Por qué para nosotras cambia todo cuando nos enamoramos y no sólo el sentimiento concreto de estar enamoradas?. Por qué no podemos separar ese estado, de la visión real de ellos y del mundo?

En qué momento pasan a ser los hacedores de lo que justo nos faltaba, los capaces de lo imposible, los sabios del TODO?

Una amiga me reenvió un mensaje de otra amiga con esta frase: “LOS HOMBRES SON UNOS HIJOS DE PUTA Y CABRONES. Y ADEMAS ESTAN MAS PERDIDOS EN ESTA VIDA QUE NOSOTRAS, mientras tengas esto en tu cabeza metido, no podrán hacerte daño.”

Pero yo todavía dudo y me pregunto… será tan así? Si están más perdidos que nosotras… cómo mierda hacen para seguir encontrándonos?

Otra amiga me contó un chiste… Ella con la cabeza sobre el hombro de él suspira y le pregunta… Qué hora es?. El mira el reloj y dice… Las nueve menos cuarto. Ella sonríe, vuelve a suspirar y dice… Ay mi amor!, cuánto sabés de relojes!!!.

La mayoría de éstos pelotudos, a menos que sean relojeros, claro, no sólo no saben de relojes sino que no saben de miles y miles de otras tantas cosas en las cuáles nosotras los creemos catedráticos!. Pero tampoco tienen por qué saber. Ni ellos afirman saber!. Nosotras les otorgamos el don de la sabiduría, como prueba de nuestra total y absoluta entrega y después olvidamos que fue nuestro regalo y repetimos hasta convencernos… así estén escarbándose las narices esperando a que cambie el semáforo…“Ay mi amor!, cuánto sabés de relojes!!!”.

lunes, 19 de abril de 2010

Mi billetera

Los otros días, mostrando las fotos de mi hija que llevo siempre en la billetera, saqué la foto del pelado, esa que me dió para que llevara justamente ahí, en mi billetera, una de las cuatro copias que te sacan para el D.N.I. cuando sólo necesitás una… Bueno, la cuestión es que salió de atrás de las fotos de mi hija, la foto del pelado con cara de nada, o de D.N.I, o de falta de pucho, ya que en ese momento todavía fumaba y ahora que pienso, hacer el trámite del D.N.I debe haber sido largo, y dentro de las oficinas no dejan fumar, pobre… Ven lo que les digo?!!!... no sé, lo que sí sé es que yo sigo llevando la foto del Pelado en mi billetera, junto con las de mi hija. ¿Por qué, por qué?, si me tomé el trabajo de sacar cada foto de cada portarretratos, las de las vacaciones que había pegado en la heladera, tiré o guardé según correspondió, cada encendedor que dejaba en lugares estratégicos para encender su porrito sin que los chicos lo vieran, cada paquetito de sus caramelos refrescantes, que dejaba desparramados por toda la casa antes de terminar el paquete, cada notita…, si cambié de cuarto con mi hija para no dormir en el mismo lugar dónde dormía con él, reacomodé las cosas de la parte de arriba de los placards, dí vuelta la cocina, separé cada bowl, cada Tupper, cada cucharita… ay, ni quiero pensar en cucharitas… Bueno, si pude aguda y efectivamente deshacerme de cada una de sus imágenes reales o que me lo representaran, de cada una de sus existencias visuales en mi casa, ¿por qué no puedo sacarlo de mi billetera?, no caigamos en interpretaciones pedorras, tampoco simbolizó jamás para mí un proveedor abundante de dinero, no tenía que ver en mi casa con la abundancia de nada más que de dormir y hacer zapping. Entonces… ¿Qué conjuro pelotudo hace que, sabiendo que está ahí, no pueda sacar esa puta foto de la solapita de mi billetera y revolearla para algún otro lado? ¿Eh?.

El Tano

Mi madre cumple sesenta y se regala a ella misma y a todos nosotros una fiesta increíble, con banda en vivo, exquisiteces para comer, en un lugar soñado. Invita a viejos amigos, algunos familiares y gente relacionada con su trabajo… Entre ellos un señor italiano que gentilmente acompaña a una de sus amigas. Pregunta por mí a mis hermanos, habla con mi hija y se va cuándo esta amiga se retira.

La semana siguiente al cumpleaños, mi madre recibe varios mails de este señor, pidiendo mi teléfono, me pregunta qué hacer y le recuerdo que estoy recuperando todavía mi consistencia y tamaño, después de desaparecer a la sombra de un Pelado… Se lo hace saber al interesado.

Unos días después recibo mensajes en mi página, suplicando un teléfono y confesando haber vuelto a la fiesta después de dejar a la amiga de mi madre, para conocerme, cuándo yo ya me había ido… me parece merecedor de algo, ya que se tomó semejante trabajo y le paso simplemente los teléfonos, sin más preámbulos.

El Tano llama esa noche, habla nerviosamente en cocoliche durante hora y media dando todo tipo de explicaciones entre halagos y disculpas, lo escucho y quedamos en vernos tres días después…

Al día siguiente recibo un mensaje de voz con una canción en italiano, cantada por él mismo, dedicada a mí…

El segundo día, otro llamado telefónico, para coordinar hora y reconfirmar salida…

El último llamado me pareció un tanto excesivo, pero los nervios traicionan supongo, también a un señor de 47 años… no?

Ese Viernes, a las 9:00 cuándo suena el timbre, yo ya estaba lista, bajo en el ascensor, me miro la parte de atrás del pelo en el espejo y los dientes.

Abro la puerta y saludo, noto que el Tano, tiene en la mano una bolsita de plástico que me resulta conocida… Esa es la bolsa de mi video club amigo? Si!. Me cuenta que llegó quince minutos antes y recorrió el barrio para ver dónde compraba mis cosas, entró al video club y preguntó si yo era socia, dijo que era amigo mío y alquiló una película que hacía tiempo tenía ganas de ver…

Con ese panorama se hacía difícil poder fantasear sobre la cena, pero ya no había marcha atrás. Ceno y rajo para mi casa!.

La cena fue larga, definitivamente larga, el Tano fue patológicamente verborrágico, ya no tenía que ver con nervios, tenía que ver con locura. Habló compulsivamente de su ex mujer, su situación con sus hijas y hasta su ex suegra, sus celos, el dinero que invirtió en las propiedades que les compró, los gastos del colegio italiano para las nenas y el final de su relación con su ex mujer, que asombrosamente no fue por falta de fuego y pasión en la pareja, sino por la familia de ella, que no lo quería a él… en medio de eso, me hacía alguna pregunta que no me dejaba llegar a contestar, se levantaba de su silla y por sobre la mesa para dos me agarraba la cara entre sus manos o me acariciaba el pelo… elogiándome con alguna de esas palabras que todos conocemos en italiano… pero no mucho más que eso.

Llegados y terminados, el poste, el cafecito y la cuenta. Ví mi salvación cerca. Taxi a casa!.

Subimos al taxi y le pide al taxista datos de lugares a los que se pueda ir a tomar algo, le digo que estoy cansada y que quiero irme a mi casa, pero ni creo que haya escuchado, sigue dándole instrucciones al taxista y yo insisto con mi plan, pero no tengo suerte.

No llegamos a un acuerdo, pero el taxi nos deja en Libertador y Coronel Diaz… accedo a tomar una Sprite y le aclaro que terminada la gaseosa vuelvo a mi casa.

Para ese momento, ya eran las tres y pico de la mañana, me levanto y me cuelgo la cartera al hombro, él, de pronto se da cuenta del frío repentino que lo embarga y empieza a frotarse las manos, agarrarse los brazos, se encoge de hombros, se toca la garganta, engancha su brazo al mío y apoya su cabeza sobre mi hombro. Yo camino y miro hacia atrás por Coronel Diaz esperando un taxi salvador.

Me suelto para parar el taxi y me meto bien cerca de la puerta izquierda. Le indico al taxista a dónde quiero ir mientras él le indica dar una vuelta larga y pasear un poco. Ya con tono enérgico le vuelvo a repetir mi dirección al taxista que entiende y arranca.

El tano, tiritando de mágico y misterioso frío me apoya la cabeza en la falda quejándose de alguna enfermedad que aseguraba haber contraído minutos antes. Llegamos a mi casa! Se incorpora y saca la billetera, yo grito que siga con éste mismo taxi, que no pague!, pero tarde, no sólo había pagado, sino que ya estaba abajo esperándome en la puerta de mi casa.

Le agradezco la cena, lo saludo efusiva y amistosamente, abro la puerta y la cierro casi sobre mis propios talones. No me doy vuelta para ver si está mirando, abro el ascensor y subo.

Mientras me voy sacando botas, medias etc, no puedo evitar hacer balances, pensar en qué situación estaba yo meses atrás, un viernes a esta misma hora, y realmente tampoco me conmueve, (Viernes era póker de amigos hasta las 5), pero pienso en ponerme medias y botas de nuevo y salir corriendo hasta la casa del Pelado a buscar un olor conocido, una pierna pesada sobre la cadera, un ronquido, algo que me haga sentir cómoda de nuevo. En ese momento suena el teléfono… El Tano, protestando por mi actitud descortés, especialmente en su estado, enfermo de frío, solo y necesitado de alguien que le prepare un té. Llega incluso a preguntarme de qué tengo miedo y proponerme usar mi sofá si por alguna de esas cosas raras de la vida no quisiera compartir con él mi cama. Por fin desde la seguridad que me proporcionan la distancia y el teléfono le contesto lo que se me cantan las pelotas y corto. Miro mi casa, me gusta, está limpia, ordenada, linda, decorada, siento placer de estar de vuelta, me meto en la cama y agarro fuerte el control remoto.

Huevos y corazón

Ya con mi metro setenta recuperado y casi “al dente” de mi consistencia física, cambio a Carly Simon por Social Distortion, recupero horas de sueño perdidas al pedo, encuentro nuevamente el encanto de cocinar para mí y para los demás y la energía para seguir dando amor. Es increíble la cantidad de amor que una puede depositar en una sola persona. Cuándo me dí cuenta de que toda esta cantidad de amor que genero, puede ser más que suficiente para amar al continente más abandonado, no pude evitar sentir un poco de culpa por haber agobiado de semejante manera, con un amor tan grande a alguien tan limitado en su capacidad de recibir, percibir y contener.

Debería existir un medidor de amor, cómo el alambrecito ese para medir el aceite de los autos, uno mete, saca y mira cuánto y sí es que le falta y pone lo justo, ni más ni menos, y entonces todo marcha sobre ruedas, pero no es así con el amor… No existe el medidor que nos avise si está por rebalsar o si va a fundirse en cualquier momento.

Por eso subo el volumen y canto a la par de Mike Ness mientras bato tres huevos para un bizcochuelo. Los otros huevos no están batidos, están bien colocaditos, como el corazón, huevos y corazón balanceados, alineados junto con el tren delantero y listos para salir a la ruta.

domingo, 18 de abril de 2010

Volviendo

Volviendo a crecer…
Desde hace meses estoy intentando recuperar mi tamaño y forma original.
No es fácil pero tampoco imposible, después de hablar horas por teléfono con amigas, dejar de comer, dejar de dormir, tomar baños de inmersión hasta adquirir la consistencia de una ameba escuchando los éxitos de Carly Simon, después de llorar aferrada al control remoto cuál trofeo, probar todas las terapias alternaivas conocidas, desquitar algo de dolor en mi pelo, alguna que otra diarrea y un fuerte resfrío… Una siente que le pasó la vida completita en un par de meses. Y es así, así cómo las mujeres decidimos y resolvemos de forma bastante más práctica que los hombres, también nos forzamos a un período de duelo agudo, acelerado, y mucho más crudo. Nos comprometemos a pasarla bien para el orto, que se nos oiga, vea, huela y sienta como el reverendo ojete, para expresar el dolor de habernos perdido a nosotras mismas por un tiempo.

Principio del fin

Después del Pelado, he tenido la suerte de contar con un elenco extraordinario que conforman un séquito de pelotudos importantísimo, que al minuto de saber que estaba separada, hicieron peatonal la calle de mi casa para organizar un desfile, que más que halagarme me deprimió. ¡Obligándome a pensar en el Pelado como el último tipazo que podrá jamás fijarse en mí!.

sábado, 17 de abril de 2010

Pelado

Empecemos por el principio... Después de 12 lindos años de tedio marital, me liberé de la culpa de romper una familia constituida.
A los pocos meses conocí a un "TIPAZO", un Pelado con pancita cuarentona, canas en el pecho y los dos dientes de adelante postizos por una baja en paddle... Sufría de fumador, de insomnio, de bancos, chequeras, comida chatarra, desorden, y lo más doloroso e irreversible, como pude comprobar después... sufría de culpa de padre separado... En fin, el pelado, un fenómeno. O quizás, como tan acertadamente afirmaron sus amigos cuándo me conocieron... "Después de 12 años de tedio, con dos movimientos básicos, me dejaba chocha!".
Y así fue, yo chocha de contenta, me traje al pelado y a los niños del pelado a mi casa, compré cama de varios pisos y todos haciendo rancho, de lo más lindo, "Super Susanita", "Geisha", "Juana de Arco", era todas en una!!!, todos de acá para allá, fines de semana en quintas de amigos y programas mil.
Mientras el Pelado me encantaba, me sacudía y me roncaba...
Dejó de fumar, cerró las cuentas de banco y dormía a pata suelta. Yo me ocupaba de que nada estuviera fuera de lugar, cocinaba comidas que le gustaban y sus hijos estaban siempre presentes en mi casa y en todo momento posible e imposible... Cuándo se sintió aliviado de todas sus adicciones dolorosas, el tabaco, los bancos, la desidia absoluta, se le prendió la lamparita y descubrió la maravilla de tener una vida más fácil, más liviana, empezó a valorar sus momentos de relax, sus momentos de festejo y sus libertades que yo, con mis servicios, le proporcionaba... Al principio, debo confesar que verlo feliz, me alcanzaba, saber que no sufría más me daba placer, me era suficiente. Hasta que un día, casi sin darme cuenta desaparecí, me esfumé, me encogí de tal manera que nadie me pudo encontrar en meses, estuve perdida más de seis meses!. Pobre pelado!!!! cómo no me veía, no hacía más que intentar compensar mi desaparición con salidas a futbol, póker, fiestas, compromisos y cuánto evento se presentara... total, cuándo llegaba a casa a las 5 de la mañana, ya casi ni se acordaba de mí y así, me imagino, no sufría tanto...
Llegaron las fiestas y al darse cuenta de que no podría pasar año nuevo con alguien tan chiquitito, corriendo peligro de sentir que estaba pasando una fecha semejante SOLO!, escuché que desde leeeeejos, decía algo como... "Si tengo que pasar fin de año con vos sólo, brindar e irme a dormir, ME MUERO!!!, así que, voy a pasar fin de año con mis amigos!". Esto provocó en mí tal dolor que no sólo me encogí más, sino que perdí consistencia, ahora era una ínfima masita amorfa. Pero lo peor todavía estaba esperando para sorprenderme... escuché que si su cumpleaños caía en Viernes, él festejaría en su reunión de póker de amigos, que si caía en Martes, en su reunión de futbol, si era en Sábado en torneo de póker en Pilar y si caía en Lunes, en póker profesional en Tigre... bueno, todavía quedaba fijarse en el almanaque y rezar porque fuera algún otro día... pero no, oficialmente su cumpleaños caía en Viernes. No puedo faltar a la verdad y debo reconocer que generosamente me invitó a MIRAR si yo quería, mientras él festejaba con sus amigos de póker.
A ésta altura yo ya no era, no era forma, no era tamaño, no era consistencia, no era esencia, no era algo, ERA NADA....
El Pelado sigue sin fumar, duerme sin sobresaltos de 5 de la mañana, cuándo llega, hasta el mediodía, no mira resúmenes de bancos on line, aprendió a organizarse, sigue comprando guantes de goma 2 talles más grandes para poder sacárselos sin tener que tocarlos por fuera, su nuevo departamento está decorado por mí, hay fotos de sus hijos y cuadros que le hicieron. Hasta dejé ahí mi caja de herramientas con mi taladro, mi martillo y mis tenazas, que utilicé para armarle camas y mesas.
¿Alguno puede imaginarse el esfuerzo descomunal, que una nada como yo, sin forma, ni tamaño, ni consistencia, ni esencia... una real NADA!!!, tuvo que hacer para levantar un taladro real, un martillo real y unas tenazas grandes y reales para seguir regalándole a un Pelado una vida fácil, liviana, bella y amorosa?.

jueves, 15 de abril de 2010

Redomados pelotudos, verborrágicos compulsivos, egoístas ludópatas, halitósicos ordinarios, delicados aburridos, burros brutos, intelectuales patológicos, en fin... mis hombres.